La ONG ambientalista “Unidos por la Vida y el Medio Ambiente”, junto a otras organizaciones, manifestaron su enojo ante la negativa del Concejo Deliberante de otorgar una prórroga para el funcionamiento de la comisión que discute la creación del código de ordenamiento territorial.
En un comunicado expresaron que “la Comisión para la creación participativa de un Código de Ordenamiento Urbano y Territorial (COPOT) no seguirá funcionando, debido a la decisión política adoptada expresamente por el Bloque Oficialista en el Concejo, que no votará su prórroga, y al Intendente Gustavo Perie, quién decidió mantenerse fiel a la costumbre de otras gestiones anteriores, de intentar pintar a su gusto el mapa de Ramallo y decidir de manera inconsulta cómo se desarrollará nuestro partido a futuro”.
Y apuntaron contra los concejales: “el pasado sábado 5 de noviembre, integrantes de nuestra organización, de Casa de la Memoria y de la Asamblea Vecinal Ramallo, mantuvimos una reunión informativa sobre el estado y futuro de la COPOT con Mercedes Grilli representante de Juntos por el Cambio, Leandro Torri del Frente de Todos y Diego Díaz de la UCR. En la misma los ediles manifestaron que no votarían la prórroga de la ordenanza que el propio oficialismo sancionó en Noviembre de 2020, impidiendo así que siga funcionando, y disolviéndola de hecho".
“El Secretario del Concejo la convocó a funcionar recién a dos meses de vencer el plazo estipulado de vigencia, y luego de su vencimiento, el Secretario Roberto Borselli, quien asistía en representación del Poder Ejecutivo municipal, se retiró de las reuniones, contradiciendo incluso sus propias palabras, ya que en más de una ocasión manifestó la urgencia de sancionar el Código por la necesidad de crear fuentes de trabajo. Esa necesidad parece que podía esperar otro año en el que la preocupación por los desempleados pareció disolverse”, expresaron en el comunicado.
Para finalizar, remarcaron que “hoy la decisión de los diferentes poderes públicos es la de no votar la continuidad de la Comisión y la de dejar que el asunto se resuelva según la discrecionalidad del Intendente, desaprovechando la oportunidad de dotar de la solidez y viabilidad que solo la intervención ciudadana puede otorgarle a un proyecto de Código que, hasta el día de hoy, existe como solo eso, un proyecto, y que, basándonos en la experiencia de las gestiones de los últimos diez años, nos permite anticipar que de la mano de la arbitrariedad se llegó siempre al rechazo por parte de quienes deberían homologarlo”.